Romper Stomper, dirigida por Geoffrey Wright, es una de las películas australianas más crudas e intensas de principios de los 90. La historia se centra en un grupo de jóvenes skinheads neonazis liderados por Hando (interpretado por un joven Russell Crowe, en el papel que lo catapultó a la fama internacional). La trama narra el violento choque entre esta pandilla y una comunidad de inmigrantes vietnamitas en Melbourne, exponiendo el racismo, la violencia y el vacío existencial que habita en estos personajes. Más allá de la brutalidad explícita, la película también explora las dinámicas de poder, la atracción y el miedo que se tejen en torno a los grupos extremistas.
La cinta fue polémica desde su estreno, señalada tanto por la violencia gráfica como por la representación descarnada de los neonazis, lo que generó debate sobre si podía interpretarse como una apología. Sin embargo, su fuerza radica en el retrato sin concesiones de una juventud marginada y perdida, atrapada entre la frustración y la ideología extremista. La música, con una banda sonora que mezcla sonidos industriales y punk, potencia la atmósfera opresiva y la rabia del relato, convirtiéndose en parte esencial de su impacto. Romper Stomper se consolidó como una película de culto y, al mismo tiempo, como una advertencia sobre los peligros de la intolerancia y la fascinación por la violencia.